viernes, 17 de junio de 2011

“BREAK THE WALL”

Tomemos la paleta, el pincel, disfrutemos de esa mezcla vivaz de pigmentos, pintemos... dibujemos... tracemos una serie infinita de líneas, curvas, establece tus propios límites para contigo y para con los demás...pero rompamos entre todos, aquellos muros que no sean naturales, esas barreras que, en definitiva, censuran y restringen nuestros comportamientos, pensamientos... éstas, creadoras de personas y culturas elitistas.

“...La libertad, la igualdad y la simpatía práctica humana son las únicas barreras efectivas que podemos levantar...”. Kropotkin.

Hace ya unos años, algunos años, año 2003, en la ciudad de los canales, Santiago Sierra (al cual os recomiendo) diseñó su particular visión del vacío de la sociedad en la que habitamos mediante el lenguaje visual y artístico (no podría ser de otra forma).

Para la presentación de aquella obra acudieron personalidades de lo más variopintas, incluso un gran número de visitantes, recorrieron pocos o muchos kilómetros, (ya sabemos, la relatividad espacio/tiempo). Una vez allí, dos guardias de seguridad flanqueaban la entrada, para poder acceder a la misma, era requisito indispensable acreditar mediante D.N.I., nacionalidad española.

Muchos de aquellos visitantes se quedaron fuera, ¡imaginaros!, ¿cuántos kilómetros en vano? ¿Cuántas ilusiones perdidas? ¿Hasta dónde llegarían sus niveles de indignación? Después de todo, habían invertido tiempo, recursos económicos en ese proyecto, entre tantas otras cosas, para que finalmente, por una cuestión de muros, límites y demás sinónimos, fueran repudiados por algo tan fortuito como “una nacionalidad”...

Por otro lado, están esa otra masa, que sintiéndose más afortunados, pueden tener ese acceso “privilegiado”, bien por poseer esa nacionalidad o bien, por haberla conseguido, ¿Qué creeís que encontraron? El vacío, la desolación, la oscuridad, y absolutamente nada de lo que imaginaron, de lo que les contaron, sólo VACÍO.

Me hubiera encantando ser parte y espectador de esta obra, y de una forma “tan sencilla y compleja” experimentar ese rechazo en las fronteras, en los accesos, en las entradas, ¿Qué cambiaría en nuestra sociedad de poder sentirnos así tan sólo una única vez?

1 comentario:

  1. Comparto contigo esa sensación, la de sentir curiosidad por apreciar lo que es el rechazo y la exclusión de una forma tan tangible y tan concreta.
    Se me ocurre también (y no tengo que hacer mucho esfuerzo de imaginación), cómo acabas sintiéndote cuando ya ni te planteas que te van a admitir en ningún sitio, y renuncias a intentar saber lo que pasa detrás de muchas puertas, y edificios de cultura .

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