lunes, 16 de mayo de 2011

A LA ESPERA DE ¿QUIEN?

Esta historia es un grito contra lo que diferentes escritores de cuentos hicieron a la bella durmiente, blanca nieves, la sirenita, la princesa de la torre y todas aquellas “princesitas” en la que su historia era simplemente esperar a un hombre, un valiente machote que salvara sus vulnerables vidas de princesas delicadas e indefensas.

Las historias que nos han hecho desarrollar una visión abstracta de la realidad tratan de chicas guapas, protagonistas de las más románticas historias de espera y sacrificio por amores idílicos, en la que nos cuentan que todo lo que podemos esperar de la vida es un hombre fuerte que nos proteja de lo que nosotras no nos podemos defender. Estas “princesas” han sido creadas en todos los rincones donde hemos mirado; Disney, Hollywood, TV, Juegos, Cole…

Mira! Viene el príncipe, que fuerte y valiente es! Seguro que mata al dragón y rescata a la princesa!

Después, estas historias acababan con el mejor final, ¡una boda!

Pero no es difícil saber cómo siguen estas historias, la princesa cuida de los hijos e hijas, le prepara la comida y se la sirve, le plancha la ropa, le complace sexualmente, y le sigue esperando en casa cuando este termine de hacer sus cosas de macho, salir, beber, matar dragones…

En definitiva, daría su vida al servicio del príncipe…. ¿Qué podría hacer sino? ¿Qué haría sin un príncipe valiente y fuerte? ¿Quien la rescataría cuando tuviera problemas? Ella no puede, es tan vulnerable y delicada….

Estas historias son un fraude, ya que no cuentan toda la historia integralmente, me he enterado por fuentes verídicas (me lo ha dicho Pinocho) que a una de estas princesas le paso algo muy inesperado: el mismo príncipe que la había rescatado del peligro (dragón, torre, beso para despertar…) se convirtió en su agresor!

La princesa, a la que le habían ordenado e impuesto su final de cuento se le atragantaron las perdices, y vio que su final solo lo podía decidir ella, y así lo hizo…

Tomo las riendas de su historia y se dio cuenta de que estas historias las han escrito para hacernos creer que estos son los únicos cuentos posibles, pero no se han dado cuenta de que nosotras también sabemos contar cuentos, que somos las únicas que podemos escribir nuestra historia, que tenemos lápiz, borra goma y un montón de colorines…

Ya no nos creemos que seamos débiles…

¡SABEMOS DEFENDERNOS!

Incluso de los príncipes azules…

5 comentarios:

  1. Gusta jat pila bat...oso ona kontalari

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  2. Y ¿qué es lo que les pasa a los chicos que no tienen cualidades para ser los príncipes?, porque no es tan frecuente serlo.
    Comentando esta cuestión en casa, nos ha venido a la cabeza la canción de Joaquín Sabina:
    "....Las niñas ya no quieren ser princesas,
    y a los niños les da por perseguir,
    el mar dentro de un vaso de ginebra ..."

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