miércoles, 18 de mayo de 2011

El buen "capital": el capital social.

Cuando el miedo aumenta la desconfianza,
nos sentimos propensos a pensar "!salvese quien pueda!",
y esa es una condición que resta eficacia al pensamiento.
¿Podríamos llegar a decir, que cuando tenemos miedo somos menos inteligentes?
Al parecer, en tiempos de crisis, el aumento del capital social, del recurso a lo social, de la vivencia en colectividades con conciencia, aligeran el sentimiento del miedo, fortaleciendo la confianza en el “otro”, en la otra persona. Es algo tan sencillo como poder tener en cuenta a los demás, es como si empezáramos a dar prioridad a las sumas, más que a cualquier otra operación aritmética ...
Sumar nos calma para pensar mejor, para poder pensar junto a los demás; los brazos y manos tendidas, el acompañamiento resulta que nos dicen que nos hace más inteligentes, con una cultura más rica y más sensata tal como nos ilustra el profesor Jose Antonio Marina, en la reseña de los comentarios a la publicación de uno de sus libros.

1 comentario:

  1. Estos días hemos estado asistiendo a los talleres de la Plaza del Arriaga, y en alguno de ellos han tocado de paso, lo que desde algunas instancias, al parecer se construye: el miedo, esa emoción que provoca o limita reacciones que nos hacen vulnerables y susceptibles de manipulación.
    Dicen que lo contrario de miedo es confianza, y confiar es tener esperanza de que algo va a ocurrir.

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